El entrenamiento en habilidades sociales resulta básico para el trabajo de apoyo al proceso de socialización en el Centro Residencial.
Habilidades como las de comunicación, unidas al desarrollo de competencias personales para la resolución de conflictos que puedan surgir debido a la convivencia y, también, a la autoestima positiva, cuya reconstrucción es muy necesaria para muchas de las personas que se encuentran en situación de dependencia.
Por habilidad social entendemos la capacidad que tiene una persona para desenvolverse de forma exitosa en la interacción con otras personas y ajustarse en su medio social. Estas habilidades, que favorecen la adaptación del individuo a su entorno, son el resultado del aprendizaje continuo que se produce a lo largo de toda la historia vital y es producto de las experiencias y modelos de relaciones humanas en los que el individuo ha participado.
La conducta habilidosa está relacionada con la capacidad para expresar sentimientos, actitudes, deseos u opiniones, respetándose a sí mismo y considerando los derechos de los demás; también, cuando se adapta a la situación social en el que el intercambio comunicativo se realiza. De este modo, entenderemos que una persona posee un adecuado repertorio de habilidades sociales cuando consigue manifestar éstas y otras competencias comunicativas.
Nuestra tarea será la de facilitar el aprendizaje de este tipo de comportamientos en las personas en situación de dependencia para que se adapten al contexto de las relaciones sociales e interaccionen con el resto de los usuarios y con el personal técnico de la forma más adecuada.