El proceso de adaptación al Centro puede resultar una experiencia dolorosa para algunas personas en situación de dependencia.
La convivencia puede provocar situaciones de estrés cotidiano y es habitual que las personas dependientes experimenten tensión emocional por lo que, como cuidadores, resultará fundamental ser un apoyo afectivo y buscar en el trabajo diario momentos para conversar con los usuarios y valorar cómo se encuentran de ánimo. De esta forma, detectaremos pensamientos, emociones y conductas que nos llamarán la atención por no ser habituales en esa persona en concreto. Aunque nuestra labor no sea la de realizar una exploración clínica, valoramos en qué estado se halla su capacidad física, mental e, incluso, su nivel de respuesta afectiva: pensemos por ejemplo en la importancia de detectar a tiempo en un paciente dependiente ideas suicidas. Tenemos una mirada completa de la persona y observarla en diversas circunstancias, y especialmente si aparecen cambios repentinos en su carácter, en su apariencia física o en su comportamiento social.
Valorar la reactividad emocional, entendida como la tensión experimentada y subjetiva que siente una persona en situaciones sencillas y que puede afectarle tanto negativa como positivamente.
Para ello, observamos si el usuario es capaz de sonreír cuando le gastamos una broma, si ríe o llora indistintamente con la misma intensidad sin causa aparente,…, también prestamos atención a qué nos cuenta y cómo, ….
En función de la valoración realizada incorporamos actuaciones personalizadas teniendo en cuenta que el ingreso en el Centro Residencial con frecuencia es vivido como un proceso largo. La adaptación al medio residencial comienza en la primera toma de contacto con el centro (que suele ser junto a la familia) y acaba cuando el usuario se encuentra en sintonía con el entorno donde vive. En la mayoría de los casos exige al residente una acomodación casi continua y diaria, tanto por las modificaciones en su estado de salud como por los cambios que pueden surgir en el Centro.
¿Cómo actúan nuestros profesionales?.
La acomodación al entorno se ve facilitada ya que nuestros profesionales se muestran como acompañantes cercanos, permanentes y disponibles en el proceso de ajuste al nuevo entorno, siendo un apoyo en sus labores cotidianas y contribuyendo a la adaptación de los usuarios, haciendo que se sientan integrados entre los demás compañeros.